Páginas

lunes, 8 de noviembre de 2010

Azacanado en la prensa rosa

Si en nuestro país, azacanado en la prensa rosa, se leyeran biografías como la de Ramanujan, sus escenas en el Cambridge del atónito Hardy parecerían más improbables que el argumento de nuestra autora [Yoko Ogawa]
Luis González Santos
en el Postfacio de La Fórmula Preferida del Profesor de Yoko Ogawa


Acabo de terminar de leer la magnífica novela La fórmula preferida del profesor y me he quedado maravillado con ella: con cómo se puede describir el amor por las Matemáticas de una forma tan sutil y que, al menos a mí, llegue de verdad.

Sin emabrgo, no os traigo una cita de la novela en sí, sino el postfacio, en la que el autor del mismo hace una dura crítica a la sociedad española que la califica como afanada en la prensa rosa cunado la vida de muchos matemáticos y científicos es muchísimo más apasionante que la de (mal llamadas) princesas pueblerinas para las que 9x4 son 37 y demás fauna salvaje.

¿O acaso la vida de, por ejemplo, Galois no es digna de una película como lo ha sido Hipatia?

Así, otro gallo nos cantaría.

¿Y tú, lector asiduo, qué piensas? que ya sólo pensar es, hoy en día, mucho.

Tito Eliatron Dixit

2 comentarios:

  1. Yo ya comenté en mi blog que entre Telestiercol y A3 contento me tienen.
    La prensa de las vísceras, de la "telerealidad" y de las series de institutos e internados, donde los alumnos están más cerca de la jubilación que de la pubertad,hace muchísimo daño a unos adolescentes que se creen que lo saben todo, pero que no están preparados para lo que la caja tonta les vomita.
    PD Que al siniestro personaje se le apode la "princesa del pueblo" refuerza más mis convicciones republicanas.

    ResponderEliminar
  2. Estoy de acuerdo: más cultura y menos estupidez.

    El problema es que mucha gente ve estos programas como medio para evadirse de su día a día.

    No es un problema fácil de solucionar.

    ResponderEliminar

Si no comentas, Gauss se comerá una integral.
Y, por favor, respeta a todos con tus opiniones.