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miércoles, 9 de diciembre de 2009

Cifras y letras: El número e

Volvemos hoy a la serie Cifras y Letras dedicada a esas constantes matemáticas que se representan a través de letras. En esta ocasión nos vamos a centrar en, probablemente, el segundo número trascendente más importante tras el archiconocido número π. Me estoy refiriendo al número e.

La definición de este número no es para nada geométrica, sino más bien analítica. Se suele definir el número e como el límite de la sucesión an:=(1+1/n)n, o bien como la suma de los inversos de los factoriales de los naturales, es decir
e=1/1!+1/2!+1/3!+1/4!+...+1/n!+....

Su valor, truncado, es e≅2,7182818284590452353602874713527... y su importancia radica en que es la base natural de los logaritmos, de hecho la función exponencial de base e es la única función cuya derivada es ella misma. Además, es parte fundamental de la Identidad de Euler e+1=0.

Pero... ¿por qué usar la letra e para denotar este número? Vamos a hablar un poco de su historia. La primera vez que se hace referencia a este número es en 1618, en un apéndice de un trabajo de John Napier donde se observa una tabla en donde se da el logaritmo natural de varios números. Sin embargo, el valor de esta constante no está explícitamente calculado. Unos años después, en 1624, Henry Briggs dio una aproximación numérica de log10e, aunque sin mencionar ni el número e ni, por supuesto, la notación que hemos utilizado aquí. específicamente en su trabajo.

En 1647, Grégoire de Saint-Vincent calculó el área bajo una hipérbola rectangular, y este hecho se considera fundamental en el posterior desarrollo del logaritmo natural (en base e), aunque parece que el matemático no se percató en aquel entonces de este hecho.

Quien sí lo hizo fue Christian Huygens, quien hacia 1661 comprendió la relación existente entre la hiperbola rectangular y el número e: Dada la hipérbola yx=1, el número e es el único número a tal que el área bajo la hipérbola entre 1 y a es exactamente 1 (hoy, basta calcular la sencilla integral ). Incluso el prpopio Huygens, gracias a su función logarítmica (ojo, que no es la actula definición, sino otra) logró calcular 17 decimales exactos de log10e. Sin embargo, en su trabajo aparece como el cálculo de una constante y no es reconocida como el logaritmo de un número.

En 1668, Nicolás Mercator logra obtener el desarrollo en series de potencias de log(1+x). En este trabajo Mercator usa el término logaritmo natural por primera vez para los logaritmos en base e, aunque nuestro protagonista sigue sin aparecer de forma explícita.

Sorprendentemente, la primera vez en que aparece de forma explícita el número e es en un trabajo de Jacob Bernoulli sobre el interés compuesto en 1683, en el que reiteradamente Bernoulli precisó calcular el límite que define al número e (y que vimos más arriba). Bernoulli no calculó el límite, perso sí demostró que existía y que su valor estaba comprendido entre 2 y 3 (su demostración, basada en el binomio de Newton, es la que hoy en día se sigue enseñando en los primeros cursos de cálculo).

La primera referencia escrita a este número es en una carta de Gottfried Leibniz a Christiaan Huygens en 1690, aunque en la misiva, Leibniz utiliza la notación b para este número.

Finalmente, la notación actual de la letra e se debe a Euler, aunque, contrariamente a lo que se piensa, esta notación no procede de la inicial del apellido del insigne matemático; ni siquiera del término exponencial o exponente. La versión más plausible es la casualidad: e es la segunda vocal tras la a y esta letra estaba ya siendo usada por Euler en sus trabajos.

Independientemente de los motivos, la notación actual aparece por primera vez en 1731 en una carta que Euler escribió a Goldbach. Además de darle el nombre actual, Euler logró demostrar que e es el límite de la sucesión an:=(1+1/n)n así como la serie 1/1!+1/2!+1/3!+1/4!+...+1/n!+... (en realidad demostró que ambos números debían ser el mismo), incluso dio una aproximación de e con 18 decimales exactos y el desarrollo en fracción continua de e-1 y (e-1)/2.

El problema del cálculo de decimales de e no ha resultado, al parecer, tan interesante como el análogo para el número π. De todas formas, en 1854 William Shanks fue el primero en calcular una gran cantidad de decimales de e, aunque James Whitbread Lee Glaisher hizo notar que sólo los 137 primeros decimales eran correctos y, tras las pertinentes correcciones de Shanks, consiguió 205 decimales exactos. Recientemente, Shigeru Kondo y Steve Pagliarulo han conseguido más de 200.000.000.000 decimales exactos de e. Aunque nosotros nos vamos a conformar con ver 1 millón de decimales de e.

Sobre e se sabe que es trascendente (probado por Charles Hermite), luego irracional (hecho que parece fue demostrado previamente por Euler). Sin embargo, aún no se sabe si ee es trascendente o no, aunque parece que o bien ee, o bien ee2 es trascendente.

Como colofón, se sabe que eπ (conocida como constante de Gelfond) es trascendente, sin embargo no se conoce si πe es, si quiera, irracional. De todas formas, sí que hemos aprendido en este blog que πe<eπ, sin usar la calculadora.

Tito Eliatron Dixit.



Referencias:

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Cifras y letras: el número π

Uf, que yo soy de letras, no me hables de números
¿Cuantas veces habremos oído esta frase? Pues en este artículo vamos a inaugurar una nueva serie en este blog que pretende desmontar la cita anterior y vamos a ver la relación que existe entre el mundo de las cifras y el de las letras. En particular, nos centrarenos en una serie de números y constantes matemáticas que se suelen representar mediante letras. Veremos un poco la historia de estas constantes y buscaremos una razón para que sean denotadas por las letras que lo son.

Vamos a comenzar por, posiblemente, el número más importante de todos, por su aparición en innumerables aspectos de la matemática y la física. Me refiero al número π.
π es la razón que existe entre la longitud de una circunferencia y su diámetro.
Ésta es la definición del número π. El uso de esta letra parece claro: π proviene de la palabra griega "περιφέρεια" (periferia) y "περίμετρον" (perímetro), pero ¿cuándo se comenzó a utilizar esta letra griega?

Fue el matemático inglés William Jones en 1706 (Synopsis Palmariorum Matheseos) quien utilizara por primera vez la letra griega π como símbolo para este número, aunque ya anteriormente se había utilizado, de alguna forma, esta letra en la definición de esta constante, aunque no con el significado que le damos hoy en día. En concreto, William Oughtred en 1647 utilizó la π/δ para referirse al cociente entre una semicircunferencia y su radio, al igual que Isaac Barrow en 1664. Posteriormente, David Gregory en 1697 utilizó π/ρ para denotar el cociente entre la circunferencia y el radio. Pero no fue hasta 1737 cuando se extendió el uso de esta letra, gracias a Leohnard Euler, que decidió utilizar π en vez de p. La influencia posterior de este matemático supuso el impulso definitivo al uso de π para denotar a este número.

Con respecto al cálculo de π cabe destacar que en el antiguo Egipto afirmaban que
el área de un círculo es similar a la de un cuadrado, cuyo lado es igual al diámetro del círculo disminuido en 1/9
de donde se obtiene que π≈256/81. En mesopotamia algunos matemáticos (calculadores) utilizaron la aproximación π=3+1/8; incluso en la Biblia (1 Reyes 7:23) aparece una aproximación de este número, aunque algo más pobre: π=3. En el siglo III a.C. Arquímedes acotó el valor de π entre 3+10/71 y 3+1/7, lo que proporciona una aproximación de entre 0,024% y 0,040%. Un siglo más tarde, Ptolomeo aproxima su valor a través de la fracción 377/120, cuyos 4 primeras cifras decimales son las archiconocidas 3,1416.

Los matemáticos chinos, también aproximaron el valor de π. De hecho, Hacia 120, el astrónomo chino Chang Hong (78-139) fue uno de los primeros en usar la aproximación &radic10, mientras que por el método de polígonos inscritos y circunscritos a una circunferencia, llegaron a obtener que π=3,14159 empleando un polígono de 3.072 lados. A finales del siglo V, el matemático y astrónomo chino Zu Chongzhi determinó que el valor de π oscilaba entre 3,1415926 y 3,1415927, y dio dos aproximaciones racionales de π: 22/7 y 355/113, siendo la primera el origen del Día de la Aproximación de π y la última tan buena precisa que no fue igualada hasta más de nueve siglos después.

En la India utilizaron durante mucho tiempo la conocida aproximación π=3,1416, hasta que hacia 1400 se obtiene una aproximación exacta de 11 dígitos 3,14159265359.

El conocido matemático árabe Al-Kwarizmi, comenta que
El hombre práctico usa 22/7 como valor de π, el geómetra usa 3, y el astrónomo 3,1416.
En el siglo XV, el matemático persa Al-Kashi calculó el valor aproximado de π con nueve decimales exactos pero empleando una base numérica sexagesimal, lo que equivale a una aproximación de 16 decimales: 2π = 6,2831853071795865.

En 1610 el matemático Ludolph van Ceulen calculó los 35 primeros decimales de π, y se sintió tan orgulloso de este hecho, que los hizo grabar en su lápida a modo de epitafio. De hecho, el número π fue conocido en Europa durante esta época como la Constante de Ludolph.

Desde entonces y hasta la aparición de las primeras computadoras, muchos han sido los matemáticos que han ido aumentando la precisión de los decimales de π desde Leibniz hasta Euler pasando por Fibonacci.

Hoy en día y gracias a los ordenadores, se han llegado a conocer muchos decimales de π. Desde 1949 cuando un ordenador ENIAC fue capaz de obtener 2.037 cifras decimales en 70 horas, hasta 2009 cuando Daisuke Takahashi, utilizando un ordenador T2K Tsukuba System, consiguió 2.576.980.370.000 decimales de π.

Si quieres tener una cronología detallada de los avances en el cálculo de π puedes consultar el artículo Pi Chronology, de la magnífica web The MacTutor History of Mathematics archive.




REFERENCIAS: